El Rincón de la Brujita

La Brujita publica regularmente sus pensamientos y sentimientos como sumisa en la página de Rosazul en Facebook. Conforme pasa el tiempo el número de sus publicaciones ha ido creciendo, y no es fácil encontrarlas todas. Así que las hemos reunido aquí todas para que puedas consultarlas o releerlas cuando desees.
Si quieres comentar o consultar algo a la Brujita, puedes escribirle a little_witch18@hotmail.com
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<p class="p1">Siento el impacto del cinturón en mi trasero mientras intento relajar la musculatura y concentrarme en respirar como Él me ha enseñado para trascender el dolor. Noto como se calienta mi piel y poco a poco voy cayendo en el trance. La burbuja de mi entrega va envolviéndome poco a poco y voy perdiendo el contacto con el dolor y conectando cada vez más con Él. Acaba y oigo su preciosa voz diciéndome que lo he hecho muy bien y que está orgulloso de mí. La burbuja se hace cada vez más espesa y me cuesta volver a la realidad, pero vuelvo, con Su ayuda. Voy frente al espejo y veo mis marcas, Sus marcas, que me recordarán de una forma muy gráfica durante los próximos días a quién pertenezco. Aunque nunca lo olvido. Y de otra manera, de otra forma, seguiré estando en la burbuja de felicidad que Él me construye. SIEMPRE</p>

<p class="p1">Al final de un largo, duro y escarpado camino le encontré a Él. Da igual el camino que recorrí y los obstáculos que sorteé, lo importante es haber hallado a Aquél que me da la vida. Ese Caballero que me enseña día a día y me centra, que se preocupa por mi alimentación y mi bienestar, por hacerme los problemas más livianos, por educarme y corregirme, por hacer de mí una persona mejor. Por incrementar mi paciencia, que escasea SIEMPRE, por hacer mi entrega cada día más profunda, por marcar mi piel y curar mi alma. Por hacerme sentir segura, querida y protegida en Sus manos. Ese Caballero que, a pesar de su fría apariencia, encierra en su alma una infinita bondad y es la generosidad hecha hombre. Le encontré al final de un duro camino y con Él emprendí uno nuevo, feliz, excitante, apasionante, novedoso, sorprendente, prodigioso, perverso… ese que deseo recorrer con todo mi ser, SIEMPRE que Él así me lo permita.</p>

<p class="p1">Soy un poco trasto, lo reconozco. A veces voy al límite de las normas, juego con la literalidad, y en muchas ocasiones le saco una sonrisa, pero otras veces Él saca el cinturón. No son provocaciones, no intento molestarle ni mucho menos ganarme un castigo. Sé que, en la mayoría de los casos le gusta que sea juguetona, pero también soy consciente de que no siempre está el horno para bollos. De hecho, cuando veo su reacción mi actitud se ajusta al instante. Si consigo la sonrisa, me regocijo por hacerle feliz; si lo que veo es el cinturón, paso de ser trasto a ser ángel en menos de un parpadeo.</p>

<p class="p1">Siento el impacto del cinturón en mi trasero mientras intento relajar la musculatura y concentrarme en respirar como Él me ha enseñado para trascender el dolor. Noto como se calienta mi piel y poco a poco voy cayendo en el trance. La burbuja de mi entrega va envolviéndome poco a poco y voy perdiendo el contacto con el dolor y conectando cada vez más con Él. Acaba y oigo su preciosa voz diciéndome que lo he hecho muy bien y que está orgulloso de mí. La burbuja se hace cada vez más espesa y me cuesta volver a la realidad, pero vuelvo, con Su ayuda. Voy frente al espejo y veo mis marcas, Sus marcas, que me recordarán de una forma muy gráfica durante los próximos días a quién pertenezco. Aunque nunca lo olvido. Y de otra manera, de otra forma, seguiré estando en la burbuja de felicidad que Él me construye. SIEMPRE</p>
mi burbuja, Su burbuja
20 de mayo de 2019
Siento el impacto del cinturón en mi trasero mientras intento relajar la musculatura y concentrarme en respirar como Él me ha enseñado para trascender el dolor. Noto como se calienta mi piel y poco a poco voy cayendo en el trance. La burbuja de mi entrega va envolviéndome poco a poco y voy perdiendo el contacto con el dolor y conectando cada vez más con Él. Acaba y oigo su preciosa voz diciéndome que lo he hecho muy bien y que está orgulloso de mí. La burbuja se hace cada vez más espesa y me cuesta volver a la realidad, pero vuelvo, con Su ayuda. Voy frente al espejo y veo mis marcas, Sus marcas, que me recordarán de una forma muy gráfica durante los próximos días a quién pertenezco. Aunque nunca lo olvido. Y de otra manera, de otra forma, seguiré estando en la burbuja de felicidad que Él me construye. SIEMPRE