Ese Tabú, también provoca, que la gente que empieza, sea autodidacta, y quizás esa formación, que se dan asimismos, es ERRONEA, o esta fuera de lugar. Todo dentro de un respeto y un consenso mutuo, debe ser aceptado, y así la libertad para elegir, entre unas prácticas, u otras, debe ser respetado, y los tabúes, FUERAAÁ.
Sí, el BDSM sigue siendo un tabú social. Y, cuánto más pequeña es la población, mayor es el estigma como ha ocurrido siempre con cualquier tema prohibido.
Sin embargo, en mi caso prefiero el tabú a la banalización y a la falta de respeto al BDSM que está ocurriendo en otras culturas. El caso más relevante es el de Estados Unidos, donde el BDSM ha pasado a entenderse (por las masas) como simples juegos de cama al que todo el mundo se apunta por la diversión.
Al menos, mientras siga siendo un tabú seguirán existiendo comunidades de verdaderos amantes del BDSM en las que poder encontrar personas comprometidas que lo respetan.
Ese Tabú, también provoca, que la gente que empieza, sea autodidacta, y quizás esa formación, que se dan asimismos, es ERRONEA, o esta fuera de lugar. Todo dentro de un respeto y un consenso mutuo, debe ser aceptado, y así la libertad para elegir, entre unas prácticas, u otras, debe ser respetado, y los tabúes, FUERAAÁ.
Sí, el BDSM sigue siendo un tabú social. Y, cuánto más pequeña es la población, mayor es el estigma como ha ocurrido siempre con cualquier tema prohibido.
Sin embargo, en mi caso prefiero el tabú a la banalización y a la falta de respeto al BDSM que está ocurriendo en otras culturas. El caso más relevante es el de Estados Unidos, donde el BDSM ha pasado a entenderse (por las masas) como simples juegos de cama al que todo el mundo se apunta por la diversión.
Al menos, mientras siga siendo un tabú seguirán existiendo comunidades de verdaderos amantes del BDSM en las que poder encontrar personas comprometidas que lo respetan.