Introducción al Knife play o juego con cuchillos
Actualizado: 8 may 2021
El juego con cuchillos es una práctica BDSM que bien ejecutada podría considerarse una verdadera forma de arte. Puede provocar una gran cantidad de respuestas físicas y emocionales difíciles de conseguir de otra manera. Puede ser un juego de sensaciones, de emociones, sensorial, de rol o un juego de dolor. La magia del juego con cuchillos está limitada sólo por la imaginación de las personas involucrados.
ADVERTENCIA: El Knife Play o Juego con cuchillo es una práctica extrema dentro de lo que se denomina edgeplay (juegos al límite). Además de usarse como elemento aislado en una sesión, el juego con cuchillo también se utiliza con frecuencia como elemento de otra práctica extrema denomina Mindfuck. No debes llevarla a cabo si eres un Dominante con poca experiencia, si llevas poco tiempo con tu sumisa o si tu sumisa es inexperta. Adicionalmente, la sangre suele estar fuera de límites para muchas personas que practican el BDSM; por tanto, si tienes intención de realizar cortes durante el juego con cuchillo (cosa que no es imprescindible), asegúrate de que la sangre está dentro de los límites aceptados por tu pareja.
Glosario:
Edgeplay: Juego al límite. Prácticas BDSM consideradas extremas por los riesgos físicos o emocionales que conllevan para los participantes. Estás prácticas están totalmente desaconsejadas para los principiantes.
Mindfuck: Dentro de los confines del BDSM, es un intento de desestabilizar temporalmente, confundir o manipular intencionalmente la mente de tu pareja. Puedes encontrar más información es este artículo: BDSM: El arte del Mindfuck.
Escena: Sesión de BDSM a la que se añaden ingredientes de actuación o de juegos de rol.
Notas previas
El juego con cuchillo tiene algo de tabú mental porque todos tememos recibir un corte. Sin embargo, el juego consensuado con cuchillo es probablemente una de las formas más seguras de juego físico del BDSM, ya que se recibe información inmediata cuando ocurre un problema. Compáralo con las prácticas con cuerdas o los azotes, donde el daño suele estar oculto y puede que no salga a la luz hasta horas o días después.
Como con todo en el BDSM, lo más importante es mantener una comunicación fluida y constante.
Notas para el Dominante
¡Ten siempre presente que los accidentes ocurren! Siempre existe la posibilidad de que algo salga mal. Un calambre repentino, una distracción instantánea, ¡algo inesperado!
El mejor sujeto de práctica eres tú mismo. De esta manera, obtienes una información instantánea y precisa sobre lo que estás haciendo en cada momento.
Interioriza la limitación de que sólo puedes controlarte a ti mismo y a tus acciones. La única manera de prevenir un desencadenante emocional es preguntarle a tu pareja qué le parece realizar esta práctica. Sin embargo, ten en cuenta que es posible que tu pareja no sepa que una determinada acción será un desencadenante o que piense que lo tiene ha superado. Ten prevista esta situación; si no sucede, estupendo, pero si se da el caso estarás preparado.
Al principio, considera utilizar el borde de una tarjeta de crédito. Si eres capaz de crear una escena lo suficientemente buena simplemente con tus palabras, ¡ni siquiera necesitarás un cuchillo! Usa tu imaginación y diviértete con ella. Cuanto más practiques, más aprenderás, lo que a su vez te convertirá en un mejor jugador de cuchillos.
Para el sumiso, el juego con el cuchillo requiere que seas franco y honesto sobre lo que quieres o necesitas. Tienes que ser capaz de que confíe en que no lo dañarás física o emocionalmente y, lo más importante, tienes que entender que eres tú el que tiene el control de la escena.
Notas para la persona sumisa
Los Doms pueden hacer preguntas que el sumiso crea que no son relevantes, pero si estuvieras en su lugar, lo entenderías. No te avergüence de responder a nada, o de ofrecer por ti mismo información sin que se te pida. No pienses que tu Dominante se burlará de ti o te despreciará porque pongas límites a la sesión. Si tu Dominante quiere algo en la sesión que tú no quieres o no puedes hacer, entonces no dudes en retirarte.
Ten confianza en lo que quieres y sé específico en cómo se lo expresas a tu pareja. Luego hazle saber que te excita la sensación que puede producir un cuchillo. Si deseas que te corte toda o parte de la ropa, prepárate para ello eligiendo la ropa adecuada y házselo saber. Tu pareja no puede leer tu mente, así que no lo pongas en la tesitura de tener que adivinar.
Dile a tu pareja cómo reaccionarás ante algo como que le agarras el pelo con firmeza y sostenga la hoja del cuchillo contra tu garganta. Si tuviste una mala experiencia o te cortaste accidentalmente una vez, díselo a tu pareja para que sepa cómo podrías reaccionar.
Si te encuentras sintiendo con que esto no es sólo un juego y que estás buscando una escapatoria a la primera oportunidad, algo ha salido mal y tienes que usar la palabra de seguridad en ese momento. Si quieres que termine y no lo hace, entonces se ha convertido en abuso y deberías informar a las autoridades.
Si tu pareja te dice que "tenía que hacerlo por tu propio bien", eso es mentira y de cara al futuro te estás poniendo en peligro física y emocionalmente con esa pareja.
Si crees que hay algún problema con esa última declaración, de acuerdo, pero aún no he conocido a la persona que se suba al coche después de que su pareja le diga que quiere que estés con ella mientras lo estrella.
Notas sobre la seguridad
Los cuchillos no son juguetes; recuerda que el propósito de un cuchillo era el de servir como arma, para herir o incluso matar a alguien.
Ten siempre un botiquín de primeros auxilios de buena calidad, con ungüento antibiótico, bolas de algodón, vendas de tela y esparadrapo estéril.
Negocia tu escena, tómate tu tiempo, y nunca uses con otra persona un cuchillo que no hayas usado previamente en tu propia piel.
Limpia siempre los cuchillos antes y después de cada sesión.
No hiervas los cuchillos para esterilizarlos. Puede deformar la hoja o hacer que pierda el temple.
Haz que el sumiso se duche antes de la sesión y luego frótalo con alcohol.
Usa o bien un cuchillo muy afilado o bien uno con el borde embotado. Los que están entre medias son peligrosos porque son incontrolables.
Siempre tira (mueve) del cuchillo hacia ti, nunca lo empujes.
Si estás raspando, mantén la cuchilla en un ángulo de 45 grados con respecto a la piel.
No cortes nunca por encima de los hombros. Demasiados puntos sensibles e irremplazables
Sostén la hoja como un artista sostiene y controla un pincel. Tu sumiso es tu lienzo. Se creativo mientras mantienes el control
Empieza con un cuchillo con una hoja no más larga que el ancho de tu mano.
Ten siempre previsto un movimiento involuntario del sumiso o un ruido repentino, como la rotura de un vaso, que pueda causar que el sumiso se estremezca. Conoce como se estremece el sumiso, en qué dirección, cuánto movimiento, si es un tirón o un temblor, etc.
Para la seguridad total de ti como Dom, NUNCA le cortes la ropa, a menos que haya sido negociado. ¡El Dom que corta el sujetador nuevo de Victoria's Secret a juego con las bragas que ha traído su sumisa está pidiendo morir!
Recuerda que el juego de cuchillo está en el límite final del edgeplay y actúa siempre en consecuencia.
Técnicas diversas
Tanto el estilo como la técnica, la experiencia y el control tienen un efecto sobre tu habilidad y sobre tu puesta en escena.
Debe considerar preparar el sitio para la escena como una parte de la sesión, y puede ayudar a tu sumisa a que su mente la lleve a formar parte de esa escena.
Azota a tu sumisa con la hoja de un cuchillo que sea larga y plana.
Desliza la hoja por su cuerpo mientras le susurras todas las cosas que le harás si no es una chica buena y se no queda perfectamente quieta.
Utiliza un cuchillo muy afilado para demostrarle cómo corta el papel y luego, una vez le hayas vendado los ojos, cambia a otro cuchillo.
Utiliza el borde de una tarjeta de crédito en lugar del filo de un cuchillo. Puedes presionar su piel sin cortarla.
Pon un cuchillo en agua helada o en el congelador para usarlo cuando esté frío.
Usa un cuchillo o una tarjeta de crédito que gotee agua tibia para que al pasarlo por su piel la sumisa sienta como si la hubieras cortado y estuviera sangrando.
Sujeta tu cuchillo más grande y amenazador mientras le das órdenes, y luego cambia de cuchillo una vez que tenga los ojos vendados.
Usa un cuchillo para cortar su ropa interior, y cualquier cuerda con la que esté atada.
Ata con cordeles varios cuchillos a un palo de forma que cuelguen de él. Luego pasa el palo sobre la sumisa para sienta el toque de los cuchillos sobre su piel en varios lugares simultáneamente.
Recuerda que el aspecto psicológico puede ser más importante para tu sumisa que los aspectos físicos reales. Conoce a tu sumisa y sus motivaciones.
Gran parte del juego con el cuchillo consiste en raspar, tocar y frotar en lugar de o además de cortar. No es necesario que haya sangre para que el juego con cuchillo sea muy estimulante y satisfactorio para ambas partes.
Vierte cera caliente sobre la sumisa y utiliza el cuchillo para raspar la cera enfriada.
Escenas de juegos de rol que pueden involucrar cuchillos pueden ser interrogatorios, secuestros, violaciones, sacrificios o castigos.
Ten una vela cerca para calentar un cuchillo, y que el sumiso lo vea; luego cambia ese cuchillo subrepticiamente por un cuchillo del congelador y usa éste en su lugar. También puedes utilizar la hoja caliente para colocar en un pequeño trozo de carne, el sonido de chisporroteo y el olor pueden crear el más impresionante mindfuck que nunca has visto.
Notas sobre la elección de un cuchillo
Elije tus primeros cuchillos por su funcionalidad, no porque su aspecto te guste más o menos.
Compra un cuchillo de caucho o poliéster para usarlo como cuchillo de entrenamiento o de práctica.
Al principio, utiliza un cuchillo con una hoja de una longitud aproximadamente igual al ancho de tu mano.
El peso, el tamaño, el equilibrio, el mango y el precio son aspectos a tener en cuenta a la hora de seleccionar un cuchillo. A la larga seguramente tendrás cuchillos que usarás sólo para juegos con cuchillos.
Evita los cuchillos demasiado largos, ya que son difíciles de manejar y equilibrar después de un tiempo, y pueden causar que tu tacto y tu control se degraden.
Cualquier hoja que tenga una muesca no es segura para su uso en el juego de cuchillos.
No utilices ningún cuchillo con el filo totalmente dentado, ya que será difícil de controlar.
Al principio utiliza siempre cuchillos con un solo filo.
Nunca compres un cuchillo con una hoja chapada. El recubrimiento puede descascarillarse en una herida y causar una infección. También, es imposible conseguir una hoja cromada realmente afilada.
Debes sentir cómodo el mango en todos los ángulos de la mano. De lo contrario el uso de ese cuchillo estará limitado.
Los cuchillos con un mango demasiado pesado te dificultarán juzgar cuánta presión estás ejerciendo sobre la hoja.
Considera lo difícil que puede llegar a ser controlar el cuchillo si el sudor, el agua o la sangre llegan al mango haciéndolo resbaladizo. Ten una toalla a mano
Evita los cuchillos con partes decorativas extra que puedan engancharse en adornos como anillos, collares o pulseras.
Una manera fácil de embotar un filo a propósito consiste en pasar la hoja por lana de acero encima de una tabla de corte de cocina, de forma similar a rebanar el pan.
Es más fácil afilar un cuchillo que recuperar la confianza de alguien a quien heriste accidentalmente.
Elije cuchillos de acero inoxidable y recuerda que inoxidable no significa que no necesite mantenimiento. Una limpieza con aceite mineral te ayudará a conservar tus cuchillos.
Nunca juegues con un cuchillo oxidado La probabilidad de infección es bastante alta.
Mantén los cuchillos separados unos de otros. Tener una bolsa de lona o de cuero protegerá las hojas entre sí, así como a ti de los peligros que acechan en tu bolsa de juguetes.
Usa jabón germicida y/o alcohol para limpiar y esterilizar tus herramientas.
Usa el cuchillo en ti mismo primero para aprender la sensación de la hoja. Comienza con el lado que no tiene filo y ve pasando al lado afilado a medida que deslizas la hoja por tu muslo. Con el tiempo debes acabar con abrasiones y estrías por todo el muslo como resultado de tu familiarización y práctica con esa hoja.
Notas sobre tu primera sesión
Has seleccionado cuidadosamente tu primer cuchillo, lo has embotado lo suficiente como para no lastimar a nadie, y lo has utilizado para practicar contigo mismo.
Ahora vas a tomar el cuchillo en la mano y estimular a alguien muy sensualmente.
Este no es el momento de saltar adelante en el guion y probar todas esas cosas que acabas de aprender. Tampoco es el momento de intentar un juego de rol o una sesión de D/s.
No es el momento de intentar realizar un mindfuck de ninguna clase. Sólo será una extensión de tus prácticas. Con lo básico será más que suficiente.
Te puede llevar hasta un año estar preparado antes de que puedes hacer una escena completa con tu pareja normal sin unas extensas charlas y planificaciones previas. Explícale lo que va a pasar y ayúdala a relajarse.
Haz que se tumbe sobre una superficie limpia y resistente y que se relaje. Una sumisa que esté de pie es muy diferente: tensión muscular, flacidez de la piel, etc.
Insístele en la importancia de que se mantenga inmóvil para evitar un accidente: un movimiento inesperado por su parte mientras el cuchillo está en contacto con su piel puede producirle un corte importante.
Tómate tu tiempo y relájate igual que tu sumisa. Habla con tu sumisa periódicamente para asegurarte de que está de acuerdo con todo lo que se le pide… y que no está callada simplemente porque esté aterrorizada...
Muéstrate afectuoso, preocupado y dale apoyo a tu sumisa, que confía en ti, a medida que desarrollas su potencial (y el tuyo).