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Total Power Exchange (TPE) – Intercambio total de poder

Actualizado: 8 may 2021

Las relaciones de TPE suponen el grado más alto de dominación y de sumisión en el mundo BDSM. ¿En qué consisten realmente? ¿Es posible llegar a tener una relación así? ¿Cuáles son las implicaciones de participar en una?


Total Power Exchange (TPE) – Intercambio total de poder


¿Qué es el Intercambio total de poder?


Este término (conocido también por el acrónimo TPE) se utiliza para describir una relación absoluta Amo/esclava, es decir, una relación en la que la esclava ha cedido irrevocablemente el control total de su persona y de su vida a su Amo, de modo que el intercambio de poder resultante impregna cada parte de sus vidas y los conduce a una completa interdependencia.


La esclava no puede renunciar a su responsabilidad legal y moral como adulta por sus propios actos, pero entre Amo y esclava se entiende que su consentimiento al TPE, una vez dado, sólo puede ser revocado en circunstancias muy particulares (la seguridad, la cordura y la legalidad cubren la mayoría de ellas). Las restricciones físicas pueden aumentar el compromiso de la esclava, y aunque por supuesto legalmente cualquiera de las partes es libre de abandonar la relación, el TPE es tanto un estado mental como físico tanto para el Amo como para la esclava.


Si hiciésemos una relación de los tipos de relaciones D/s que se dan en el BDSM en función del grado de compromiso de los participantes, las relaciones TPE ocuparían el lugar más alto, puesto que el compromiso de los participantes es el mayor posible.


Tipos de relaciones D/s

  1. EPE (Erotic Power Echange). La cesión de poder se limita a las actividades eróticas.

  2. 24/7 (sumisa). La cesión de poder se extiende a todas las actividades de la vida de la pareja, pero la sumisa conserva el poder de decisión sobre los límites que no se pueden traspasar.

  3. 24/7 (esclava). La cesión de poder se extiende a todas las actividades de la vida de la pareja, y la sumisa (ahora denominada esclava) renuncia a imponer sus límites, dejando que su Amo sea el que decida si quiere establecer algún límite. Aun así, en este tipo de relaciones la esclava suele seguir conservando ciertas zonas de autonomía (como la autonomía financiera, la libertad total o parcial de movimientos o la capacidad de decidir sobre asuntos críticos de su propia vida, como pueden ser sus asuntos familiares).

  4. TPE (Total Power Exchange). La cesión de poder es total y absoluta entre la esclava y su Amo. La esclava ya no tiene ninguna zona de autonomía y la última palabra sobre todos los aspectos de su vida la tiene su Amo.


NOTA: Realmente no hay relaciones D/s que se ajusten exactamente a uno de los 4 tipos, sino que usualmente las relaciones D/s suelen estar entre medias de dos de los tipos. Por ejemplo, una relación que sea básicamente del tipo 1 (EPE) pero en la que la esclava haya cedido a su Amo el control de su vestuario se situaría entre los tipos 1 y 2.


NOTA: Que una relación D/s sea de un tipo u otro no hace que sea mejor o peor que cualquier otra. Cada pareja creará la relación que sea la mejor para ellos, que es lo único que cuenta. Comparar un tipo de relación con otro tipo en términos de “mejor” o “peor” es un concepto absurdo.



¿Es posible realmente?


Aunque la teoría está muy clara, en el mundo real las cosas nunca son tan sencillas. ¿Pueden existir realmente las relaciones de Intercambio total de poder? Examinemos la palabra "total". ¿Puede haber alguna vez un intercambio "total" de poder? Probablemente no. Puesto que la esclavitud es ilegal, y la "esclavitud BDSM" es consensual (y negociable) el poder nunca se cede absolutamente, no importa lo que se diga por ahí.


La famosa pregunta del BDSM, "¿te tirarías de un puente si tu Amo te lo ordenara?" es usualmente contestada, "Sí, pero mi Amo nunca me lo pediría". Eso está bien en teoría. Suena bien. Pero, en realidad, si le pides a tu esclava que se tire de un puente la respuesta seguramente será: "Vete a la mierda, imbécil". Fíjate en que la palabra "Amo" ha sido sustituida rápidamente por "imbécil". Siempre hay límites a las cosas que una esclava hará, cosas que la esclava se negará a hacer, incluso si con ello corre el riesgo de destruir la relación. No existe la esclavitud total.


NOTA: En ocasiones, las relaciones de TPE pueden llevar a la alienación de la esclava si su Amo no es muy cuidadoso con el cuidado emocional de ella. Y en otras ocasiones una relación TPE puede degenerar en abuso si el “Amo” se aprovecha de esa alienación. Bajo esas condiciones de alienación, la presión que sufre la esclava puede llevarla a hacer cosas que de otra manera no haría nunca (como tirarse de un puente a petición de su “Amo”). Evidentemente, ni la alienación ni el abuso forman, por definición, parte del BDSM y es responsabilidad de la comunidad denunciar esos casos si tiene conocimiento de ellos (consulta el artículo La diferencia entre BDSM y maltrato).


Aunque el ejemplo de tirarse de un puente es un ejemplo extremo, se puede decir con seguridad que en cualquier relación D/s, la palabra "total" nunca significará realmente "total". Siempre habrá cosas que una esclava no podrá o no querrá hacer, y cosas que un Amo no pedirá.


Por lo tanto, debemos pensar en el "Intercambio total de poder" como una meta idealizada en lugar de alcanzable. A medida que la relación evoluciona, y a medida que aumenta el nivel de confianza, más y más poder fluye hacia el Dominante. El TPE es un destino al que te acercas cada vez más, pero al que nunca llegas.



¿Cómo se modela una relación de TPE?


Se necesita una inmensa cantidad de tiempo y energía para empezar a avanzar hacia una relación de TPE, por no hablar de llegar a una etapa cercana al ideal de intercambio total de poder. Una relación TPE es una meta a largo plazo. Cualquier nivel de TPE sólo puede alcanzarse mediante la construcción lenta y cuidadosa de una relación en la que cada miembro de la pareja ya ha adquirido una profunda confianza, comprensión y conocimiento del otro y de sí mismo. El vínculo se hace tan fuerte que es "imposible" que la esclava abandone la relación. En cuanto al Amo, quizás el grado de interdependencia, y el nivel de responsabilidad que asume, implican que la posibilidad de que abandone la relación también disminuya de acuerdo con la intensidad del intercambio de poder. Estos factores son los que diferencian a las relaciones de TPE de otras relaciones Amo/esclava. Así como la "propiedad" puede ser un estado de ánimo, aunque no una realidad jurídica, los miembros de una relación de TPE están absolutamente comprometidos con un vínculo inmutable "sin salida".


Las restricciones físicas también pueden dificultar cada vez más la salida de la esclava. Por ejemplo, la mayoría de las esclavas de TPE consienten en no tener control ni acceso a las finanzas o a la propiedad sin el permiso de su Amo, y pueden tener restricciones en sus movimientos. Esto libera intencionalmente a la esclava para que se concentre en la relación, en sus deberes y en su Amo, ya que los demás asuntos están fuera de su control. La confianza bien fundada es de gran importancia, y la libertad que siente la esclava tiene un efecto fortalecedor.


En otras ocasiones el Amo prefiere que sea su esclava, por supuesto bajo su dirección, la que se ocupe de todos los temas laborales, económicos y sociales de la pareja. Como con cualquier otra tarea que le encomiende su Amo, la esclava velará incansablemente por los intereses de aquél. ¿A quién podría encargase esas tareas con mayor confianza?


El poder del Amo, y la sumisión de la esclava a ese poder, no significa que el esclavo tenga que ser necesariamente micro-gestionado. El concepto esencial es que la autoridad general, el nivel de control establecido, y la responsabilidad final, pertenecen al Amo. Se busca un equilibrio preciso entre la supervisión de la vida de la esclava y el fomento de la creatividad, ya que el objetivo de la relación no es el aburrimiento y la sofocación del espíritu, sino la excitación, el contacto físico y mental profundo y la libertad para evolucionar.



El papel de cada uno en la relación


A cambio de tomar el control y la responsabilidad de la vida y del cuerpo de la esclava, el Amo es libre de moldear a la esclava y la relación de acuerdo con sus gustos y necesidades. En términos reales, un verdadero Amo no toma ninguna decisión que vaya en detrimento del bienestar de la esclava o de la relación. Este punto, más el consentimiento, son dos de los factores más importantes que establecen cualquier tipo y nivel de relación Amo/esclava dentro del BDSM, y que las distingue de las relaciones abusivas.


La esclava gana una estructura conocida en su vida, seguridad y lo más importante: el cumplimiento de la necesidad de ser poseída como una esclava de TPE. Como en todos los asuntos BDSM, la necesidad (y el deseo) juegan un papel importante a la hora de guiar la relación hacia las cosas que satisfacen y benefician a ambos socios; en este caso los socios necesitan y quieren algo más que los niveles de permanencia y seguridad proporcionados por una relación convencional.


Los cargos, deberes y responsabilidades de ambos socios se definen claramente. Esta certeza permite a los socios la libertad de desarrollar todo su potencial en lugar de tener que negociar y luchar continuamente por un equilibrio de poder. No se convierten tanto en "una pareja", como en dos mitades de una entidad –lo que disuelve la necesidad de contratos y expresiones conscientes de control-, una mitad equilibra, actúa y reacciona automáticamente con la otra.


Y al igual que otras relaciones Amo/esclava, las relaciones TPE no siempre funcionan sin problemas. Es normal que una esclava sienta en algún momento la necesidad de rebelarse contra su situación debido a la frustración, preocupaciones, un conflicto interno entre cómo ve su papel en la vida y lo que la sociedad encuentra aceptable, o simple mal humor. Y también es normal que un Amo pueda sentir que la responsabilidad es abrumadora, o que en un mal día simplemente se sienta poco Amo. Sin embargo, una relación TPE se establece para que los problemas se traten abiertamente, y cuando surgen no sacuden sus sólidos cimientos o los ideales que se persiguen.



Los parámetros básicos de una relación TPE


La mayoría de las relaciones TPE comparten varias características que son las que las diferencian de los otros tipos de relaciones D/s.



Es un compromiso de por vida


Las parejas de TPE se comprometen de por vida. La muerte de uno de los miembros de la pareja es la única "salida" de la relación. Habitualmente la relación TPE se oficializa en una ceremonia protocolaria (La ceremonia de las rosas) que tiene un significado similar en el mundo BDSM a las bodas vainilla.



La esclava no puede dejar la relación


La esclava se ha entregado totalmente a su Amo y, por tanto, también le ha entregado el poder de terminar la relación. Y puesto que se compromete de por vida, realmente no hay salida para la esclava. La esclava no puede irse.


Esta es una de las partes que hace que la mayoría de las personas se estremezcan cuando hablan de una relación de TPE. Su argumento "puedes irte si quieres", es válido, por supuesto, en el sentido de que, como se dijo antes, la esclavitud real es ilegal. La mayoría de las parejas de TPE crean un entorno en el que las acciones prácticas apoyan esta decisión de "no poder salir" que las parejas tomaron cuando iniciaron su relación (por ejemplo, acordando que la esclava no tenga ni dinero ni vehículo propio).


NOTA: Desde el punto de vista protocolario, la esclava podría abandonar una relación de TPE si su Amo comete un acto delictivo hacia la esclava (por ejemplo, maltrato), si su Amo la incita a cometer un delito o si su Amo desaparece. En estos casos se puede realizar una ceremonia de separación que la oficiará quien hizo la ceremonia de unión y dos testigos más, sin que el Amo esté presente. Sin embargo, la esclava no puede hacer públicos los problemas de la relación ni la ruptura de ésta hasta que el Amo no lo haga por él mismo, o su reputación sufriría un gran menoscabo en la comunidad. Lo que en estos casos se aconseja es que la esclava aporte pruebas de lo vivido y de las ilegalidades que se hayan podido cometer para que su reputación quede intacta. En cualquier caso, aunque la esclava tenga la razón y el protocolo esté de su parte, lo cierto es que desgraciadamente en las comunidades BDSM más conservadoras la valía de una esclava de TPE que abandona su relación es puesta en entredicho.


Para la mayoría de la gente esto suena a prisión. Pero lo que hay que tener en mente es que es una prisión en la que la esclava quiere estar y que, de hecho, es la vida que ha elegido libre y voluntariamente. Las cuestiones prácticas simplemente están ahí para apoyar ese deseo.



No hay contrato de sumisión


En una relación TPE un contrato de sumisión no tiene sentido. La esclava ya se ha entregado por completo a su Amo. No hay razón para estrechar las áreas de su poder sobre ella. Él tiene todo el poder. Ella no tiene ninguno. No hay razón para poner eso en un pedazo de papel.


Eso no es impide, sin embargo, que a veces después de la ceremonia de unión se firme un documento similar a un acta de matrimonio, bien con las firmas manuscritas del Amo y de la esclava, o con una gota de sangre de cada uno.



No hay reglas


Puesto que el control total de todos los asuntos de su esclava la tiene el Amo, establecer reglas tampoco tiene sentido. El Amo siempre tiene la última palabra en todo y, por tanto, la única regla es la de “obedecer al Amo”.


Como se ha dicho antes, no es habitual que el Amo realice una micro-gestión de su esclava (es decir, que controle todos y cada uno de los aspectos de su vida, hasta los más ínfimos). La esclava procura regir sus acciones teniendo en cuenta lo que sabe que su Amo prefiere, las directrices generales que su Amo ha establecido para la relación y la manera en que éste moldea y hace avanzar la relación.



No hay una palabra de seguridad


En una relación TPE no hay palabra de seguridad, puesto que eso daría a la esclava un cierto grado de control (que no desea tener). En su lugar, las relaciones TPE se rigen por el metaconsenso, es decir, es el Amo el que decide si detiene una acción en función del estado y de las reacciones que vea en su esclava. Como en cualquier otra relación D/s, un buen Amo nunca llevará a su esclava más allá de sus límites naturales, con palabra de seguridad o sin ella. Lo que sí hará el Amo es tratar de ir empujando progresivamente esos límites para hacer crecer la relación.



Para terminar


Entonces, ¿cuál es el "objetivo" para una pareja que vive en una relación de TPE? Diría que es una simbiosis, convertirse casi en "una persona", o una especie de organismo que es UNO pero consiste en dos células que dependen una de otra. Ciertamente no es para todos. Las dos personas involucradas deben realmente quererlo, y obtener placer de ello. La esclava debe sentir la necesidad de renunciar a todo control, y el Amo, por otro lado, debe tener la necesidad de tener ese control total.


¿Es posible alcanzar una meta así? Tal vez no. Y realmente no importa. Es el propio camino que hay que recorrer para trata de llegar hasta allí lo que ya les da sentido a estas relaciones.




Fuentes:

Powerful Pleasures

The Iron Gate

Kink Weekly


Escorpio Dom, 8 de julio de 2018

RosazulBDSM